Jueves, mañana trabajo, pero hace meses que no disfruto de un concierto de Hotel Cochambre.
El año pasado les robaron las guitarras, aún así vuelven a Granollers.
Las fiestas mayores hoy en día tienen la putada de que muchos de los que vivimos en las ciudades dormitorio trabajamos fuera de ellas y no tenemos fiesta el día principal de la fiesta.
Esta noche intentaré luchar contra el saber que mañana tengo que madrugar para intentar divertirme y aprovechar la noche.
Será difícil, lo sé, pero tengo que intentarlo.
31 ago 2006
30 ago 2006
Mis vacaciones: Irlanda, día 1
El último día de trabajo antes de las vacaciones es un día largamente esperado por muchos, no digo todos, porque siempre hay tocacojones que nos lo quieren joder.
La cuestión es que con eso de los viernes de jornada intensiva con los que nos obsequia mi empresa, tuve que entrar a trabajar a las 8 con lo que me tuve que levantar a las 7.
Como suele ser habitual los tocacojones esperaron al último día para aparecer a hacer las instalaciones prometidas para uno o dos meses antes, la cuestión es que te obligan a dejar el curro con aquella sensación de haber dejado un marrón a tu compañero de trabajo que se encontrarás una semana solo ante el peligro.
Además el famoso viernes 28 de julio fue un día que pasó a la historia de la aviación española, al tomar los trabajadores de tierra de Iberia (sí esos mamones que tratan como bolsas de basura nuestras maletas) la pista del Prat y colapsar el tráfico aéreo de toda Europa.
Por suerte, nuestro vuelo no salía del Prat, por suerte para algún huelguista porque yo hubiera saltado a la pista a apalear al primero que pillara, sino de Girona y "solo" tuvimos que soportar un retraso de 2 horas.
Viajar en Ryan Air tiene el incentivo de poder vivir aterrizajes planos, el avión no sube el morro y notas el planchazo de las ruedas en tierra, pero si hay gente que va a Port Aventura, bien podemos disfrutar de vuelos originales los que no buscamos emociones fuertes.
La llegada a Irlanda a las tantas de la noche nos limitó en nuestra primera noche, pues llegamos a las 2 si mal no recuerdo al hotel Albany House de Dublín, tras animada charla con el taxista juerguista que nos llevó al hotel, se ve que el tío solía ir de vacaciones a Barcelona un par de veces al año.
Llegando a tal hora al hotel, tuvimos suerte de que estuviera situado en una calle donde había un par de discotecas y pudimos hacer nuestra primera incursión en la marchosa noche dublinesa. Una disco situada en el subterráneo de una casa, nos dejaron entrar sin pagar entrada al llegar tan tarde y vimos que estaba llena de gente, estuvimos una hora en la que pudimos comprobar que yo soy muy bajito para el estandard europeo y que ganar la posición en la pista de baile es cuestión de fuerta, los gigantes de dan con el hombro y las mozas te pegan un tetazo para apartarte del medio, y es que el tema del tetamen en Irlanda bien merece un post dedicado.
Al salir de la disco y esperando que nuestra fumadora se fumara el último pitillo unos que pasaban nos oyeron hablar en catalán y resulta que eran unos catalanes que vivían en Dublín y estuvimos hablando un rato con ellos, nos dijeron que entráramos en www.catalansadublin.com y que el domingo quedaban muchos de los catalanes que vivían allí para salir de fiesta juntos, les dijimos que igual nos pasaríamos.
Exhaustos y agotados tomamos rumbo a nuestras camas, previo paso por unas escaleras interminables, la primera toma de contacto con la noche dublinesa dejó buen regusto en mi memoria y hacía pensar que no solo podríamos ver ovejitas y campos verdes en este viaje.
La cuestión es que con eso de los viernes de jornada intensiva con los que nos obsequia mi empresa, tuve que entrar a trabajar a las 8 con lo que me tuve que levantar a las 7.
Como suele ser habitual los tocacojones esperaron al último día para aparecer a hacer las instalaciones prometidas para uno o dos meses antes, la cuestión es que te obligan a dejar el curro con aquella sensación de haber dejado un marrón a tu compañero de trabajo que se encontrarás una semana solo ante el peligro.
Además el famoso viernes 28 de julio fue un día que pasó a la historia de la aviación española, al tomar los trabajadores de tierra de Iberia (sí esos mamones que tratan como bolsas de basura nuestras maletas) la pista del Prat y colapsar el tráfico aéreo de toda Europa.
Por suerte, nuestro vuelo no salía del Prat, por suerte para algún huelguista porque yo hubiera saltado a la pista a apalear al primero que pillara, sino de Girona y "solo" tuvimos que soportar un retraso de 2 horas.
Viajar en Ryan Air tiene el incentivo de poder vivir aterrizajes planos, el avión no sube el morro y notas el planchazo de las ruedas en tierra, pero si hay gente que va a Port Aventura, bien podemos disfrutar de vuelos originales los que no buscamos emociones fuertes.
La llegada a Irlanda a las tantas de la noche nos limitó en nuestra primera noche, pues llegamos a las 2 si mal no recuerdo al hotel Albany House de Dublín, tras animada charla con el taxista juerguista que nos llevó al hotel, se ve que el tío solía ir de vacaciones a Barcelona un par de veces al año.
Llegando a tal hora al hotel, tuvimos suerte de que estuviera situado en una calle donde había un par de discotecas y pudimos hacer nuestra primera incursión en la marchosa noche dublinesa. Una disco situada en el subterráneo de una casa, nos dejaron entrar sin pagar entrada al llegar tan tarde y vimos que estaba llena de gente, estuvimos una hora en la que pudimos comprobar que yo soy muy bajito para el estandard europeo y que ganar la posición en la pista de baile es cuestión de fuerta, los gigantes de dan con el hombro y las mozas te pegan un tetazo para apartarte del medio, y es que el tema del tetamen en Irlanda bien merece un post dedicado.
Al salir de la disco y esperando que nuestra fumadora se fumara el último pitillo unos que pasaban nos oyeron hablar en catalán y resulta que eran unos catalanes que vivían en Dublín y estuvimos hablando un rato con ellos, nos dijeron que entráramos en www.catalansadublin.com y que el domingo quedaban muchos de los catalanes que vivían allí para salir de fiesta juntos, les dijimos que igual nos pasaríamos.
Exhaustos y agotados tomamos rumbo a nuestras camas, previo paso por unas escaleras interminables, la primera toma de contacto con la noche dublinesa dejó buen regusto en mi memoria y hacía pensar que no solo podríamos ver ovejitas y campos verdes en este viaje.
29 ago 2006
De vuelta
Si algo seguro hay en esta vida es eso de que "todo lo bueno se acaba" y sí ya estoy otra vez de vuelta en el trabajo, la lotería primitiva no ha tenido la idea de alejarme del mundo laboral.
Me fui con un calor agobiante y vuelvo con unas agradables nubes que cubren el cielo y que parece que ayudarán a que no tenga que sufrir el viaje para ir a comer asándome en el coche.
Estas vacaciones han sido las más viajeras de mi vida, además con diferentes grupos de amigos, experiencias nuevas que suman y eso siempre es de agradecer.
Estoy dudando entre abrir un pequeño blog para contar mis vacaciones o ir contándolas poco a poco aquí, supongo que haré lo segundo para no liarme mucho, total, la vuelta a la rutina quiere decir que no habrá mucha cosa nueva que contar así que qué mejor que aprovechar el viaje para rellenar el diario.
¡En marcha!
Me fui con un calor agobiante y vuelvo con unas agradables nubes que cubren el cielo y que parece que ayudarán a que no tenga que sufrir el viaje para ir a comer asándome en el coche.
Estas vacaciones han sido las más viajeras de mi vida, además con diferentes grupos de amigos, experiencias nuevas que suman y eso siempre es de agradecer.
Estoy dudando entre abrir un pequeño blog para contar mis vacaciones o ir contándolas poco a poco aquí, supongo que haré lo segundo para no liarme mucho, total, la vuelta a la rutina quiere decir que no habrá mucha cosa nueva que contar así que qué mejor que aprovechar el viaje para rellenar el diario.
¡En marcha!
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