En estos tiempos en que no se puede estar sin hacer dos cosas a la vez, aquí me hallo, viendo los cuartos de semifinal de Stuttgard entre Sabalenka y Vondrousova, y escuchando el podcast de Los Aristócratas, y me he dicho, hace mucho que no escribo en el blog, y no es que no haya leído libros desde diciembre, más bien todo lo contrario, ya han caído 6 de la Fundación y escribiré el post cuando acabe el séptimo y último. También he leído los libros de Brandon Sanderson de Infinity Blade y El rithmatista.
Al hilo de los libros de Infinity Blade, basados en el vídeojuego del mismo nombre, al cual evidentemente ni he jugado y dudo que lo haga nunca. Estos días hemos visto la serie Fallout en Prime, también basada en un vídeojuego del mismo nombre.
Al hilo de la serie, que no deja de ser un "lo que podría haber sido y por suerte no fue", en la que una multinacional sesentera que vende refugios atómicos decide que lo mejor para el negocio es propiciar una guerra nuclear, me ha hecho pensar en ese ser despreciable que es Donald Trump.
Es curioso que esa persona, gracias a su egoísmo, haya llegado a la conclusión que gastar dinero en guerras no es lo mejor para él, y así disfrutamos fuera de Estados Unidos de sus cuatro años de mandato y hemos visto la diferencia en cuanto el senil Biden llegó al mando, por lo cual fuera de ese país, la mayoría de la gente estemos deseando que vuelva Trump.
Entiendo que si viviese en Estados Unidos y fuera mujer, negro o cualquiera de las muchas personas oprimidas por razones que en el siglo XXI no tienen ninguna explicación, ni loco votaría a ese señor, pero para los afortunados hombres blancos heteros y cualquer habitante del resto del mundo, Trump en el poder nos quitaría el miedo de la Tercera Guerra Mundial de la cual se ha hablado estos días.
En cuanto a mí... mis tiroides me han vuelto a dar por saco haciéndome perder peso y limitando mis posibilidades de hacer deporte, la vacuna del covid parecía haber hecho magia y he estado 3 años sin ningún problema, pero bueno, al menos es algo conocido, que dura lo que dura y después puedo seguir con mis partidos de tenis maratonianos y subidas en bici a Les Gavarres.