Que este libro haya sido mi lectura vacacional no ha ayudado mucho a subir mi estado de ánimo, se preveía un agosto tranquilo, de días de playa y tranquilidad, como así ha sido.
Aún así este libro ha llegado a ponerme de muy mala leche en algunos momentos, por mucho que se conozca la historia, leer esta ficción histórica en la que uno se encariña con los personajes, le pone a uno la piel de gallina.
Es cierto que en otros libros de Ken Follet como Los pilares de la Tierra, la fórmula es similar pero ambientada en otros tiempos, donde los malos eran como en el siglo XX muy malos, pero la proximidad en el tiempo y el ver como algunas conductas siguen muy vivas a día de hoy, no dan muchas esperanzas en el futuro.
Pero bueno, la historia hay que conocerla para no repetirla, y eso haré, no volveré a leer un libro de guerra en la playa.
En septiembre, es cuando uno considera que empieza el nuevo curso, este se presenta con muchas incógnitas, el fracaso de mis expectativas es ya un hecho y tengo que replantearme muchas cosas, no tengo prisa, pero sin duda mi plan de felicidad no ha funcionado según lo previsto, supongo que matrix sigue funcionando a la perfección y es capaz hasta de joderme la rodilla para que no pueda salir en bici ahora que empieza a apetecer...
P.D. Lujazo y emoción en mi participación en la via catalana per la independència. Un saludo a Abertis, valientes hijos de puta.
16 sept 2013
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