Recordaba haber leído algún libro bonito de Miguel Delibes y empecé a leer este libro en mis trayectos en cercanías ahora que he reanudado mi vida de asalariado.
La verdad es que es un libro muy pesimista, lo podía haber sospechado por el título, pero bueno, también de vez en cuando se encuentra uno con visiones del mundo curiosas como la del protagonista de este libro.
Mañana probablemente tendré que volver al Cercanías, pero seguramente no podré leer porque parece que a las cabezas pensantes de Renfe, el fin de curso de los niños lo han convertido en "que se jodan los trabajadores que van en tren a trabajar" y han dividido de un día a otro el tamaño de los convoys por la mitad, por lo que nos obligan a viajar de pie y apretujados.
Y la gente sigue votando a gentuza que no ha ido en su vida a trabajar en un cercanías.
Ah, me olvidaba: YO SÍ HE LEÍDO EL QUIJOTE.
26 jun 2018
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