La ley de no hagas hoy lo que puedas hacer mañana va a acabar conmigo.
A pesar de ser fiel cumplidor de esa máxima, hay algo dentro de mí que no me deja estar tranquilo y que hace que aunque siga sin conseguir hacer hoy lo que podré hacer mañana, me lleva por mal camino. Ayer eran las 2 y pico de la noche y todavía no había conseguido pegar ojo, y el despertador estaba puesto para sonar a las 6:55.
A ver si me relajo un poco y me pongo mañana con lo de pasado mañana, ay no, que pasado mañana es sábado...
Bueno, algún día tendré que hacerlo, el día 30 acaba el plazo.
16 jun 2005
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