sobre el atentado de ETA del otro día en Madrid.
Y las revistas del corazón de este puto país seguirán pagando exclusivas a él y su clan, representantes de los residuos que quedan hoy día en la legalidad internacional que ampara a terroristas, narcotraficantes, deportistas insolidarios y demás fauna que no quiere pagar impuestos.
Las niñas ya no quieren ser princesas... ¡Y una mierda!
7 jul 2005
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