Ayer tenía un único objetivo al volver a casa después del trabajo, dormir.
Después de dos días medio zombie en el trabajo, tenía claro que necesitaba esas ocho horas de sueño que dicen que consiguen recuperar todas las que tuvieras atrasadas.
Llegué a casa y mi hermano estaba viendo como Moyá perdía un partido haciendo muchos reveses cortados (en vez de su habitual liftado a 2 manos) y muchos fallos de derechas, contra un auténtico atleta de la raqueta, ¡como corría el argentino!.
Después vimos un trozo del debate político, pero como ya estamos asqueados del tema, pedí un cambio de canal para ver "Jet Lag", divertido episodio que me condujo hasta la hora de cenar.
Después de cenar me senté a ver al Buenafuente y entonces, cuando acabó de hablar con el Follonero, el sueño profundo vino a mí y corriendo me puse el pijama y me acosté.
He dormido esas 8 horas por fin. Estoy como nuevo. :-)
2 jun 2004
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