Ayer hice mi primera salida vespertina en bici de este año.
Este año tengo la suerte de poder ir con mi primo con la moutain bike, el año pasado al ir solo, cogía la de carretera, cosa que me hacía menos gracia al pasar más coches en día laborable por la carretera desierta por la que suelo salir con la de carretera.
Hicimos el recorrido justo para que el trayecto fuera de 7:15 a 9:15 y aprovechamos así las últimas horas de luz solar del día.
Acostumbrado a hacer ese recorrido los sábados o domingos por la mañana temprano, he podido volver a afirmar que por la tarde uno tiene mucha más fuerza y pude subir al pantano de Cànoves a máxima cadencia de pedalada.
También tuvimos la suerte de cruzarnos con un par de liebres, un mochuelo, varios perros y varios caminantes, uno de los cuales que volvía con su libro bajo el brazo, tras lo que seguramente había sido una tarde de lectura oyendo el tranquilo cantar de los pájaros y el sonido del río que baja del pantano.
4 jun 2004
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|