Extraña sensación

La vuelta de vacaciones me ha hecho intentar volver a hacer cosas habituales como oír la radio y ver la tele, pero...

algo está pasando, es 2 de septiembre y La Jungla no ha empezado, el lunes si no recuerdo mal No somos nadie tampoco lo había hecho, no sé si ya habrá empezado, en el coche ya no he vuelto a probar cambiar de Guns'n'Roses a la radio.

Por la noche también intenté poner la radio y me encontré una Cadena 100 llena de canciones cutres dignas de triunfitos (seguramente lo eran), tuve que recurrir a Radio Club 25 (la que tenemos puesta ahora de nuevo en el trabajo, tras la desaparición de Radio Hit).

Con la tele más de lo mismo, en vacaciones no tenía pensado ver gran cosa, pero los Juegos Olímpicos acabaron haciendo que viera cosas tan extrañas como el levantamiento de peso o el salto de trampolín, en el camping tenían el Eurosport y por eso.

Pero la cuestión es que ayer cené y después de hacer zapping 2 minutos, apagué la tele y me acosté, como había cenado mucho no podía dormir, así que tras 3 cuartos de hora intentando dormir, encendí la luz y me acabé el libro que tenía en la mesita de noche (La brújula interior).

Precisamente en el libro se comenta que la tele es una de las formas que tenemos para drogarnos y no dejar que pensemos.

Pues bueno, ante tal magnitud de oferta, tendré que pensar más...