Llegó el buen tiempo y por fin pude coger mi bicicleta y recorrer esos caminos tan familiares, el pantano de Cànoves está casi lleno, recuerdo que la última vez que estuve, en octubre, estaba casi vacío y eso que ya había llovido un poco por entonces, pero la llegada del frío me hizo colgar la bici hasta ayer, casi 4 meses sin usarla, el mayor intervalo desde que tengo mountain bike.
Con la llegada del calor, ayer antes y entre las carreras de motos, pude aprovechar para tomar el sol y leer al sol, con mi bañador... qué bien que se estaba, a ver si se calienta el mar y de aquí a nada a la playa.
El adelanto de la hora de ayer hace que esta tarde cuando salga del trabajo aún quede un buen rato de sol, cosa que me motiva mucho.
27 mar 2006
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|