Esta noche mi abuela ha pasado la noche en una cama en los pasillos del Hospital de Granollers.
En estos días en que la gente sale a la calle siguiendo aborregada las consignas que unos cabrones políticos les dan, uno se da cuenta de lo poco que importan las putas banderas, los estatutos, las negociaciones con mafiosos (alias terroristas), opas y demás chorradas con las que nos bombardean cada día en los noticiarios.
La gente no sale a la calle para pedir un trabajo digno, una sanidad mejor, pisos asequibles.
¡SOMOS GILIPOLLAS!
Pero por muy gilipollas o tontosdelculo que seamos nosotros, eso no quita la cruda realidad que es que:
LOS POLÍTICOS SON UNOS HIJOS DE PUTA.
10 mar 2006
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|