El plante de los ciclistas profesionales este domingo en el Campeonato de España ha demostrado que casi todos, por no decir todos, están enmerdados.
Una pena, pero una oportunidad como esta, para que los que no se dopan pudieran demostrar quienes son los tramposos, no se les volverá a presentar.
Hasta hoy yo siempre había opinado que creo que todos se dopan, pero que si no se les pilla en un control, se supone que dentro de los dopados gana el mejor.
Por supuesto que lo veo mal, pero en ese caso concreto juegan con su salud, no ponen en peligro la vida de los demás, son adultos y son libres de arriesgar su vida tomando esas sustancias. También se la juegan bajando a 90 km/h por carreteras llenas de curvas y nadie pone el grito en el cielo.
En todo en esta vida, hay gente que tiene una ética irreprochable y otros que siempre buscarán el hacer trampa para conseguir su provecho, eso sí, en este país todo el mundo menosprecia al que es pillado, sin embargo, cuando ellos pagan parte de sus pisos "en negro", se saltan un semáforo rojo o adelantan con 2 líneas continuas, ni por asomo se les ocurre pensar que son iguales de tramposos que esos ciclistas que van a un médico que les da sustancias que les hacen correr más sin dar positivo en los controles antidoping.
El Tour está a punto de comenzar y yo que no tengo las tardes libres lo tendré que disfrutar en modo texto, que empiece el espectáculo y ¡que gane el mejor!.
27 jun 2006
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