13 nov 2006

Al final no fue vudú

El sábado jugando a tenis tuve un "dejà-vu" de esos y recordé de donde procedía mi dolor en el dedo del pie.

Efectivamente, me di un raquetazo, mi memoria había eliminado el golpe porque ya empecé el partido con dolor en el pie por culpa de un pisotón con tacón de punta de una tonta en la discoteca, tiene gracia que no dejen entrar con zapatillas a las discotecas y sí con esos tacones asesinos que llevan algunas.

La cuestión es que mi dedo sigue hinchado, pero no me impidió jugar mi mejor partido en años, no recuerdo haber corrido tanto, ni haber llegado a la extenuación en un partido de tenis, y para mayor satisfacción me entraba todo, passings, dejadas, boleas, gané el primer set por 6-4 a uno de los mejores jugadores del campeonato, nunca en años había conseguido ganarle un set, ni por casualidad, en el segundo todo iba normal hasta el 3-1, juegos luchados a tope, pero en 5 minutos tontos (4 golpes malos, y 4 muy buenos suyos) me ganó 3 juegos y 6-1, el resultado engaña, pues de hora y media de partido, solo jugué mal 5 minutos. Y es que contra los buenos jugadores no se puede perder la concentración ni un momento.

Pero estoy muy contento.

Ahora a seguir esperando que se cure el dedo del pie, porque no sé si será una fisura o qué, pero escallolarlo es imposible así que, ajo y agua (voltaren gel), y a esperar (sentado no, hoy voy al kartate) que se cure solo.