7 abr 2014

Tras 2 carreras aburridísimas

Este domingo hemos podido disfrutar de una carrera de fórmula 1 como hace años que no hacíamos, y no digo que haya sido la mejor carrera, pero hemos visto muchas luchas entre compañeros de equipo, que es la única lucha auténtica que se puede ver en la F1 al ser los dos coches completamente iguales.

Si hay un equipo dominador como Mercedes este año, los pilotos de ese equipo pueden permitirse el lujo de luchar entre ellos, puesto que muy mal tendrían que ir las cosas para que otro equipo les haga sombra. Este dominio era muy habitual en el pasado, mucha gente no recuerda los duelos entre Piquet y Mansell en Williams, que fueron los primeros que recuerdo yo, después los 2 famosos años de Prost y Senna en Mclaren.

Después de eso, los equipos dominadores no han tenido un par de pilotos buenos que nos dieran espectáculo, y solo la irrupción de figuras como Schumacher o Alonso, hicieron que el equipo dominante de turno (Williams y Ferrari respectivamente) no provocaran un aburrimiento general como los años en que Williams Renault dominó la F1 con mano de hierro con Prost y Mansell, cuyos compañeros de equipo quedaron en evidencia.

Después de Prost y Mansell, Williams intentó hacer el triple tirabuzón fichando a Ayrton Senna, pero por razones desconocidas en las primeras carreras el dueto no funcionó y para colmo de la mala suerte, ya sabemos lo que le pasó a Senna. Ese año el compañero comparsa se llamaba Damon Hill que no tenía categoría para conducir el mejor coche de la parrilla, pero como daban por hecho el título con Senna, pues cogieron al inglés que tenían más a mano, el probador.

La FIA quiso darle emoción a ese campeonato que Schumacher con un modesto Benetton Ford dominaba con mano de hierro y lo sancionaron varias carreras, con lo que el campeonato llegó igualado a la última carrera y todos recordamos como acabó Schumacher cerrando en una curva a Hill que venía con ritmo suficiente para haberlo adelantado fácilmente en otro sitio, pero en fin, todo el mundo recuerda lo guarro que fue Schumacher.

El año siguiente Benetton consiguió un motor Renault y ahí sí que Schumacher se paseó dejando en evidencia a su compañero de equipo y al dueto de Williams Hill y Villeneuve que tenían el mismo motor que Schumacher.

No me enrollo más, en la próxima carrera escribiré más historias del abuelo cebolleta, que quería hablar también de las bonitas luchas entre el Checo Pérez y Hulkenberg, Bottas y Massa, Vettel y Ricciardo, que sirvieron para compensar el tedio de las primeras dos carreras de este año.