31 dic 2007

2007: Adiós al año en que las palabras se convirtieron en hechos

Había una vez un niño grande que cantaba canciones con letras como esta:

Tuve un problema e dificil solucion en una
época difícil de mi vida.
Estaba entre la espada y la pared,
y aguantando la opinión de mi familia.

Yo no quería una vida normal,
no me gustaban los horarios de oficina.
Mi espíritu rebelde se reía
del dinero, del lujo y el comfort.

...

Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.


Y en eso que entre canción y canción, de vez en cuando disfrutaba de las cosas que más le gustaban, como jugar a tenis o ir en bicicleta, ir en bicicleta solo da tiempo para pensar y pensar, y en esas que en agosto del 2006 tomó la gran decisión: VOY A DEJAR DE TRABAJAR.

Y dicho y hecho, en septiembre habló con su jefe y le dijo que quería dejar de trabajar, que no había prisa, que se tomaran el tiempo que quisieran para buscar a alguien pero que la decisión estaba tomada. El jefe le tomó la palabra y se lo tomó con calma... y en febrero de 2007, el niño grande quedó liberado de sus deberes laborales.

En ese momento llegó el momento de cumplir sus sueños, uno de los que uno tiene en la vida, vivir sin llevar reloj en la muñeca.

Durante 10 meses y pico, ese niño grande ha podido disfrutar de paseos en bicicleta y partidos de tenis que le han hecho inmensamente feliz, días de playa sin perder el tiempo buscando aparcamiento, llevar a su hermano pequeño en verano a jugar torneos de tenis y jugar con él a tenis casi a diario el mes de julio, leer tutoriales de lenguajes informáticos nuevos, jugar a ser un broker en casa, leer libros en inglés y francés para mejorar o al menos no perder el nivel, poder ver a horas intempestivas la serie "Doctor en Alaska".

Varias cosas han quedado en el tintero, como el dichoso proyecto final de carrera, que he estado preparando tranquilamente, pero que va a ser realizado con un mayor grado de dificultad, porque el niño un día soñó con trabajar en casa, pero era un sueño a largo plazo, y cuando vio una oferta de trabajo a 100 metros de su casa, pensó que quizá era una señal.

Y colorín colorado, el 2007 y el no trabajar se ha acabado.

¡Feliz 2008!