19 dic 2005

Incívicos

Supongo que muchos habréis visto en las noticias lo que ha pasado este fin de semana en Barcelona, pero no ha sido eso lo que me hace hablar del tema, de hecho llevaba varios días queriendo hablar del tema pero siempre me acordaba después de haber escrito el post del día.

Y el tema es que, como he comentado varias veces, en los 17 kilómetros que separan mi casa de mi trabajo, me da tiempo de ver una de imprudencias cada día que me indignan, porque la carretera está llena de cabrones que están jugando con la vida ajena.

El hecho es que por fin han puesto 2 radares en esos 17 kilómetros, mal puestos según mi punto de vista, ya que hay un par de curvas con peligro donde harían más efecto a la hora de evitar accidentes, pero algo es algo, la señal gigante de aviso de radar situada mucho antes de llegar a ellos también contribuye a que la gente modere un poco la velocidad.

A lo que iba, que a los 2 días de estar puestos, creo que todavía no estaban ni conectados, pues se veían unos tubos al lado y parecía la obra inacabada, ya les habían roto los cristales.

Así que los delincuentes que no respetan las normas de la circulación, también se dedican a destruir las herramientas que ayudan a que esa circulación sea más segura.

Una pena, encima hay gente que aplaude.

¡Asco de gente!