2 feb 2006

Aquí sí hay quien viva

Hoy me he levantado a las 7:00, el despertador ha sonado a las 6:55, pero ayer aunque me metí en la cama a las 0:30, recuerdo que estuve dando vueltas en la cama como mínimo hasta la 1:30. Los martes y jueves en mi empresa tienen el detalle de darnos clases de francés de 8 a 9:30, cosa que es de agradecer aunque a mí madrugar me joda tanto.

El madrugón ha servido de poco pues hemos perdido la primera hora esperando que las 3 personas que no vinieron el martes, la profe ha tenido el detalle de dejarme unas impresiones de un diario on-line francés para que no me aburriera y luego también al resto de compañeros que sí vinimos el martes.

Lo de este año es de escándalo, porque desde septiembre prácticamente no hemos avanzado nada, entre esperar a unos y a otros.

¿Que soy más listo? No, no es eso, se trata de que la gente no pone interés y llega un punto en que no entiendo si la gente se apunta a estos cursos para escaquearse del curro o para qué.

Pero claro, no te quejes porque eres un mal compañero, un insolidario.

Pues llamadme insolidario. Los días que tengo francés yo entro una hora antes y por lo tanto me paso 9 horas en le empresa , y mi único interés en aprender francés es porque mi empresa es filial de una francesa, no tengo ningún interés ni en la lengua ni en la cultura francesa para enriquecer mi intelecto.

La solidaridad para el que la merece, ¿te enteras Rodríguez Ibarra?