
La pena es que no llenen las carreteras de ellos, si se autofinanciarían. Por muchos cuentos chinos que nos quieran explicar, no es lo mismo un despiste a 80 km/h que a 140 km/h.
Miles de cosas pasan por mi cabeza, como a todo el mundo supongo. Y como si no lo cuento reviento, pues lo cuento. Desde Granollers, que conste en acta.
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