26 jul 2004

Generaciones y otras reflexiones

El viernes por la noche, como suele ser habitual este verano, estábamos mi colega y yo sentados en una terracita del Port de Mataró, aparte de la amena charla de recapitulación de la semana, típica del viernes por la noche, uno aprovecha para deleitarse la vista con las mozas que pasean por la zona, por lo que no pasaron inadvertidas las 2 bellezas que se sentaron en la mesa de al lado.

No es que sea una cosa extraña, ya que para qué engañarnos, las noches de verano hacen que las bellezas salgan a la luz artificial que no suele disfrutarlas en las otras estaciones, se supone que están estudiando, creo yo...

El caso es que para mi sorpresa, las chicas miraban mucho hacia nuestra mesa, sirva para su descargo que la terracita no estaba llena, la carencia de mechero de mi amigo fumador abrió el contacto, luego ellas nos preguntaron sobre la nota que había dejado la camarera, que nos había llamado la atención, pues ponía "2 chicos", al no estar numeradas las mesas, la camarera apuntaba el hecho distintivo de cada mesa para saber quién le había pedido qué.

¿Por qué nos preguntaron sobre la nota de la camarera? Porque a ellas les ponía en la suya "bolso azul" y les había hecho gracia.

La cuestión es que se pusieron a hablar con nosotros como si nada y estuvimos hora y pico hablando de Valencia y sobre la juventud, ellas tenían 18 y 19 años, mientras que nosotros 30 y 31.

Nos estuvieron contando que "Valencia s'està tornant molt pija", que hay mucha gente que habla con ese tono que solo los pijos osea manejan sin que se les caiga la cara de vergüenza, la xicona que me lo explicaba criticaba el tema y me explicaba que estaba dudando entre dedicarse a tope a la danza clásica o a sus estudios universitarios de Relaciones Laborales.

Yo le conté que en mi empresa hay dos personas que han estudiado eso y que no estaban trabajando de eso, así que mejor que le diera caña a la danza pero sin dejar los estudios, que para trabajar tiene toda la vida y para bailar solo lo puede hacer ahora que es joven.

Nos estuvieron explicando que en Valencia ahora se lleva el House... que los quillos tuning ahora van fashion, que les gustaba mucho el Buenafuente y los Morancos, el humor no tiene fronteras...

En fin, que tuvimos un buen rato de charla que nos volvió a demostrar que aquí en Catalunya las chicas van de un sobrado que da pena, porque total, el hablar con unos chicos no quiere decir que haya que acabar liado con ellos.