21 jul 2004

Más leña al fuego

Visto que los curas están elevando el grito al cielo (nunca mejor dicho) por los matrimonios homosexuales, yo voy un paso más allá, pregunto sobre la posibilidad de matrimonios entre hermanos o entre padres e hijos.

Lo del matrimonio es un papeleo interesante por el que mucha gente pasa, todavía y parece que seguirán pasando, al cual solo le veo un par de cosas positivas: Los 15 días de vacaciones en el trabajo, y la desgravación en la declaración de la renta.

Dicho esto, expongamos mis argumentos:

- Dicen que el matrimonio es un tema de amor, pues a quién vas a querer más que a con quien has vivido toda tu vida.

- De esta persona lo conoces todo, difícilmente te sorprenderá un día diciendo que se quiere divorciar y se va a quedar la casa el coche y los discos de Elvis.

- No se puede tener hijos por los peligros de la consanguineidad.

- Puedes ir casándote y divorciándote cada cierto tiempo, no sé como está la ley, y así disfrutar periódicamente de esos 15 días de vacaciones tan interesantes.

- No hay celos, de hecho se celebrará al llegar a casa poder contar el último triunfo sesual conseguido. ¿De qué sirve ligar si no lo puedes contar?

En fin, un sinfín de ventajas, reclamemos la legalización de las bodas entre hermanos del mismo sexo, pero sin mariconadas claro (como bien decía Torrente).