22 nov 2004

Se acabó la temporada

Ayer se acabó el campeonato Fórmula Catalunya de Karting.



Los antiguos por estos lares recordarán cuando comenté por allá el mes de marzo que le había comprado un kart a mi hermano pequeño (10 años por entonces).

8 carreras han pasado desde entonces, su debut con una mejora de tiempos durante la carrera muy bueno. La segunda carrera siguiendo a todo el pelotón. Y la tercera...

sí, el accidente en que salió volando cuando iba en segunda posición intentanto adelantar al primero.

En la cuarta se dedicó a seguir al penúltimo y no acabó último por un accidente entre 2 que iban delante. Lo achacamos al miedo después del accidente, pues rodó 3 segundos más lento por vuelta de lo que había estado haciendo en los entrenos las semanas anteriores a la carrera.

En la quinta salió de la primera línea de parrilla, pero en cada manga perdió una posición en la salida y luego no intentó adelantar, así que tercero en la primera manga y cuarto en la segunda, pegado a los primeros y haciendo la vuelta rápida del día se fue enfadado porque no subió al podium porque a empate a puntos con el tercero, desempataron por los tiempos de los entrenos.

En la sexta carrera, descubrimos que se podía cambiar la corona del coche y está claro que nos equivocamos al hacerlo porque hizo quinto en los entrenos y en ningún momento se acercó a los tiempos de los primeros, luego en la carrera nos descubrió una nueva faceta del miedo debido al accidente, en la salida lo adelantaron todos los que tenía detrás, era una salida con la primera curva muy cercana a la salida y él frenó mucho antes que los demás por lo que se le colaron, después no se atrevió a adelantar en ninguna de las mangas a los que tenía delante e iban a un ritmo más lento del que él había demostrado que podía ir.

En la séptima carrera, volvimos a fallar la corona en los entrenos, pero para la carrera se la cambiamos y aunque salió quinto, aprovechó el error del cuarto en las 2 mangas para quedar cuarto en ambas y haciendo buenos tiempos.

La última y octava carrera, ayer, quiso copiar la corona del mejor piloto de la categoría (que no es el que ha ganado el campeonato), y la acertó, enseguida hizo los mejores tiempos, pero encontró tráfico y no supo resolverlo bien, pero quedó cuarto y con muy buenos tiempos. Pero la salida era la misma que en la sexta carrera, y aunque le expliqué que se pegara al de delante, se despistó en la salida y del cuarto puesto pasó al octavo en un abrir y cerrar de ojos, nuevamente no se atrevió a intentar el adelantamiento y quedó séptimo, por la avería del ya campeón de la categoría. En la segunda manga, volvió a salir mal y se quedó último (noveno), pero en la primera vuelta adelantó al piloto debutante (aprovechó la diferencia de corona que le permitía correr más en la recta), en la tercera adelantó al campeón de la categoría, que no tenía muy buen día ayer, y tras tres intentos fallidos, consiguió adelantar a otro piloto a 2 vueltas del final, pero ya el grupo cabecero estaba muy lejos y quedó en sexta posición, la verdad es que acabó contento, pues pese a que hizo unas salidas muy malas, por fin se quitó el miedo a adelantar.

Yo aparte de ver la fórmula 1 en televisión, no había tenido ningún contacto con el mundo del motor, está claro que es una afición cara, competir la hace muy cara. Quería que mi hermano probara y viera si se le daba bien el tema o no, a él le gusta, en carrera está claro que desde el accidente se ha vuelto extremadamente prudente, cosa que a sus familiares en parte nos hace estar más tranquilos, porque el susto del día del accidente me tuvo toda una semana con el estómago encogido.

Ha sido una experiencia bonita, no sé si el año que viene podremos volver a repetirla, pues si le obligan a subir de categoría, él no querrá y por lo tanto, perderá esa motivación que da entrenar para las carreras, aunque ha hecho amigos e ir a entrenar con ellos le gusta y eso es bonito.

Por último, una reflexión vista desde dentro: Por mucho que nos quieran vender que Fernando Alonso es de origen humilde y que ha llegado arriba por lo bueno que es (está claro que es buenísimo), este deporte sigue siendo un deporte elitista en el que solo los que tienen mucho dinero o una familia de mecánicos, pueden llegar arriba.